¡Vivimos una aventura excepcional con Terre-Mère-Adventure! Éramos un grupo de seis amigos apasionados por las emociones fuertes y las experiencias únicas. Desde el momento en que nos recogieron, todo estuvo perfectamente orquestado por Malak, quien hizo de esta aventura algo inolvidable. Cruzamos una increíble variedad de paisajes: majestuosas dunas de arena, pistas de tierra y grava, y vistas impresionantes. El vivac en medio de las dunas sigue siendo un recuerdo mágico, un momento inolvidable bajo un cielo estrellado. La única vez que vi un cielo tan estrellado fue en el desierto de Wadi Rum, en Jordania. Los buggies eran potentes y estaban en perfecto estado. Cuando Ali, nuestro excepcional guía, se dio cuenta de que éramos capaces de ir rápido, nos permitió acelerar y aprovechar al máximo la potencia de las máquinas, siempre pendiente de nuestra seguridad. La experiencia fue una mezcla perfecta entre Super Mario Kart y el París-Dakar, con increíbles descargas de adrenalina. Ali es un guía extraordinario, capaz de recorrer más de 1400 km por el desierto sin GPS, un auténtico virtuoso del terreno. Y qué decir de Brahim, quien nos siguió de cerca con su camioneta, siempre dispuesto a intervenir ante un pinchazo o un problema técnico. Su eficiencia y buen humor hicieron esta aventura aún más placentera. Después de recorrer juntos la Ruta 66, creíamos que lo habíamos visto todo, pero esta experiencia en buggy superó todas nuestras expectativas. Si buscas una aventura auténtica, intensa y perfectamente supervisada, visita Terre-Mère-Adventure. ¡Una experiencia para vivir al menos una vez en la vida!
Ivan TJun. 29, 2025